Chalet excepcional en venta en el entorno natural protegido del Valle de Guadalest, un enclave único que regala impresionantes panorámicas a las montañas y al bosque. Aunque administrativamente pertenece a Callosa, en el límite con Guadalest, su silueta destaca en el pintoresco valle. No es un detalle menor, sino un matiz que realza su grandeza. Como bien afirma su propietario: “Quien busca una casa como esta, busca superlativos, no alternativas”.
La propiedad se alza sobre una parcela de 13.319 m² cuidadosamente diseñada para un mantenimiento sencillo, con muros de piedra, iluminación ambiental, zonas ajardinadas, árboles frutales y espacios pavimentados. El acceso es directo desde la carretera principal que conecta Callosa con Guadalest, a la entrada del pueblo, mediante una puerta automática compartida con un único vecino. Se trata de una vía tranquila, utilizada casi en exclusiva por residentes, ciclistas o amantes de la conducción panorámica.
En el nivel inferior encontramos un amplio garaje de 220 m² con techos de 3,9 m de altura, donde están instalados el sistema de filtrado de aguas residuales y el moderno equipamiento solar con baterías. Hay capacidad para 4 a 6 vehículos y, además, el espacio ofrece múltiples posibilidades: podría transformarse en un apartamento independiente con 1 a 3 dormitorios adicionales, baños y cocina, ya que todas las preinstalaciones están preparadas. La pared suroeste está lista para abrir grandes ventanales y convertirlo en un nivel habitable con vistas espectaculares, incluso con la opción de instalar escalera o ascensor que comunique directamente con la planta principal.
La planta principal, con una superficie de 220 m², alberga 3 dormitorios y 2 baños. Destacan las terrazas perimetrales, especialmente la terraza frontal de 3,3 m de vuelo, una auténtica obra de ingeniería desde donde se contemplan montañas infinitas en una paleta de verdes, hasta alcanzar el icónico pueblo de Guadalest. Un escenario que sorprende de día y embruja de noche, en un entorno de silencio absoluto, ideal para quienes buscan desconexión total sin renunciar a la cercanía de los servicios cotidianos.
La orientación suroeste, protegida por la montaña a sus espaldas, asegura un microclima estable y libre de los fuertes vientos que suelen afectar a otras viviendas en altura.
En la parcela, rodeada de privacidad absoluta, se encuentra una piscina de agua salada de 30 m², equipada con cubierta y sistema electrolítico de calefacción, lo que permite disfrutar de agua templada durante gran parte del año. Junto a ella, una cocina exterior cubierta, lavadero y ducha al aire libre. En la parte trasera hay espacio para más de 10 vehículos, además de diferentes rincones, sombreados o soleados, que invitan a relajarse y disfrutar de las vistas únicas del valle.
En definitiva, esta propiedad no solo es una vivienda: es un refugio exclusivo en plena naturaleza, pensado para quienes buscan lo extraordinario.